Ya empecé hace rato el semestre, aunque se siente como si hubiera pasado una año entero. ¡incluso cuando lo nombramos nos equivocamos todos!
Es algo extraño. Una echa mucho de menos a la gente de siempre, a la que no conoce pero sabe que siempre se la va a encontrar en ese lugar.
También se echa de menos a los amigos, que por fortuna, esta vez se van fusionando entre todos los grupos.
También yo misma soy un enredo, entre lo que siento y lo que quiero; entre lo que sería mejor y lo que me da lo mismo, pero lo quiero ya.
Creo que esos ojitos celestes no son ni serán para mí. ¿Pero quién sabe si esos otros ojitos iguales a los míos sí lo son?