miércoles, 19 de octubre de 2011

Fin de semestre

Hoy terminaron de subirme las puñeteras notas de los exámenes que faltaban. Para variar, un asco, pero el tema central no es el rendimiento académico cuma que tengo ahora.
Este semestre que se ha hecho eteeeeerno ha dejado en claro que no, la vía fácil definitivamente ya dejó de favorecerme. No significa que ahora todo sea el fruto del sudor de mi frente, porque sinceramente no lo ha sido, pero de ahora en adelante eso es condición sine qua non para que las cosas me resulten.
Voy por la vida con esa dualidad de que todo tiene que salir bien y que tengo que pensar positivo para que las cosas pasen como tengan que pasar, pero para bien; y por otro esa tendencia masoquista brutal de como si quisiera que todo fuera un asco, como si quisiera adrede sentirme como un bicho rastrero.
Depende del día, del momento, del viento o de las alergias que van deambulando, pero como sea, este semestre se me ha hecho -por lejos- el más duro de todos, en cuanto sentido haya existido para interpretar.
Lo malo, volví a la soltería, la ilusión de la ayudantía que quería se fue a las pailas y, en verdad, mucho no aprendí, por estar preocupándome de ayudar para no ser un estorbo, estorbando en el proceso, claramente. Pero lo bueno es que me dejó en claro quienes son los imprescindibles, los reales...ah, y qué quiero hacer profesionalmente, al menos si me resulta de abogada, que si no, la microempresa de manualidades está igual. A coser se ha dicho.

Pero se acabó, se acabó...
Espero que el próximo, sea cuando sea que lo curse, sea más decente. Al menos, académicamente debería serlo, porque el precedente anterior (shiaaa) así lo demuestra.
Ojalá.