Traté de hacer que las cosas dolieran un poco menos, aunque por una vía extrañamente masoquista...
y no, no funciona.
¿Qué se puede hacer cuando la leche ya está derramada, cuando el cántaro está roto o las promesas se diluyen?
Duele, duele mucho, y no queda otro camino...
las cosas se terminaron, para bien o para mal, pero los efectos son de largo plazo y alcance...
¿Vale la pena ser tan ilusa, cuando siempre se cae en los mismos errores?
Lo curioso es porqué sigo cayendo una y otra vez.
Insisto, mis temores me la ganan...
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