viernes, 18 de junio de 2010

caracol!

"Soy un caraco, mi casa es mi caparazón..." es un trozo de la canción que jhe tenido pegada toda la mañana. Y es divertido, porque me encantaría ser -ahora- un caracol: tranquilito por la vida, que si tiene frío se embute en su espaldita y se acabó el cuento.
Un caracol no tiene que preocuparse por pruebas, ni por dramas existenciales, ni por acosos ni nada; con suerte, de que una humana no lo lance sobre las hormigas o de que lo pisen a mitad de la vereda.
Quiero ser un caracol hoy. Salvo por el hecho de que no puedo sacar mis antenitas al sol, porque está lloviendo a cántaros...

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