jueves, 13 de enero de 2011

Wakala

Antes que todo, he de hacer notar que me duele la cabeza y estoy muy sensible, así que si sale feo, no me joda.
Estoy molida. Me puse a trabajar de esclava para un importador coreano de todas las ws que siempre miré con ojitos brillosos desde el papel de consumidora buscando material para manualidades. Pues bien, ahora estoy al otro lado de la vitrina. Y hay veces en que me desagrada completamente la especie humana en su totalidad. De partida, mis compañeras de trabajo han aguantado más de un año -algunas- al puto explotador que las contrata (al menos, a mí me tiene a la vida) por el mínimo, casi 10 horas de pie durante 5 días (y el sábado baja a la mitad), sin sillas, con 30 minutos de colación y acopañando ese rico mix con su delicioso aroma personal y su adorable cara de poto.Yo, nada más que de apretada (quiero mis lucas! me quiero ir de vacaciones decentes sin tener que pedirle a mis papás) y porque mamá me dijo que no llegaba a fin de mes, sigo ahí, pero no pesco mucho ni me mato. La gente que llega se encarga de ello. Y llega cada gente... personas amables, que entienden que el otro es tan persona como ellas; pero otras... que creen que sólo se está ahí porque fuimos destinadas a atenderlas; que no procesan que hay que hacer las cosas con celeridad o que no entienden que una también se cansa, que también tiene sueño o que también le duelen los pies; que no tiene la obligación de serles dóciles y mostrarles pleitesía si ellas no son capaces de mostrar respeto.

Además, cada una tiene su propio drama humano; cada quien tiene sus problemas, su smanías y sus penas.

Tengo wakala. A veces me da wakala el mundo.. La mayor de las veces me doy wakala yo. Otras muy puntuales, me dan wakala los hdp que existen en el mundo, que hacen llorar y sufrir a quienes no se lo merecen, porque -a diferencia de ellos- son personas que valen la pena.

Pero eso. Tengo wakala.

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