sábado, 4 de septiembre de 2010

Miedo

Estaba allí, de nuevo.
Como en sus peores pesadillas.
Parada quizás cómo, porque todo, TODO a su alrededor era del negro más profundo. Probablemente era el olvido mismo; ni ruido se oía. Ni su propia respiración.
Y luego, como siempre, la voz. Esa misma, melosa y penetrante...
-¿De nuevo por aquí? ¿Tratando de convencerte de que eres humana?
-Déjame en paz.
-¿Por qué, si eres tú la que viene siempre a irrumpir a mis dominios? Asúmete, quieres enfrentar la verdad y no puedes...
-Déjame en paz, te dije...
Ya estaba acostumbrada a pelearse con la voz maldita, pero ello no quitaba el hecho de que la aterrorizaba hasta lo más hondo... si cabía.
-¿Qué dudas ahora? ¿Apareció...? ¡Ah!- la voz hizo una pausa, una infinita pausa.
Ella se sintió atravesada por un lo que habría sido un viento helado de haber corrido aire en ese lugar.
-Así que hay un "alguien" al que pretendes "querer"... Chica ingenua... aún no aprendes..
-Calla de una vez....-ella se tapó los oídos (con la nula esperanza de que ello bloqueara la voz) y se volteó. Al hacerlo, notó algo que no había visto antes: un espejo de cuerpo completo.
Se acercó, temerosa. Asumió que, por el hecho de notarlo, habría algo más de luz.
Al llegar a él, reconoció -no sin cierta dificultad- su propio rostro asustado, apenas dibujado por un halo de luz que brotaba de ella misma. Pero era tan débil...
-¿Puedes verte allí? -dijo la voz, sobresaltándola. Ella miró a todos lados, y cuando volvió a mirar al espejo, soltó un grito. Tras de ella sólo habia un rostro. No cuerpo, no luz. Sólo un rostro burlón que la miraba a través del reflejo. Miró sobre su hombro; no había nada.
-Curioso... crees verme a , pero no te ves tú...
-¿Eres tú la...?
-¿Yo? ¿Aún no entiendes, niña?-dijo la voz (ahora con rostro) de manera estremecedoramente burlesca.- YO soy tú... o más bien, lo REAL que eres tú.
-¿Qué? Voz, no me asustas. Tú no puedes ser yo.
-Claro que lo soy... más bien, tú eres la cáscara que construyes para no volver a mí.
-...
-¿O piensas que todos esos sentimientos que "afloran en tí"-dijo la voz imitándola- son reales?
-No dudes de lo que siento por--
-Tú no sientes, niña. Tú mientes, tú actúas... tú te convences de que quieres algo y convences al resto de que es la verdad. Tú no eres real. Tú no estás viva.
-Cállate...-dijo ella, tapándose los oídos otra vez y alejándose del espejo.
-¿Por qué, si soy tu voz hablándote desde el vacío que tienes en el pecho?
-Cállate...-dijo más fuerte.
-¿Para qué, si siempre vuelves a mí para que te diga exactamente lo mismo?
-Cállate...-dijo casi gritando.
-¿Y qué ganarías si lo hiciera?
-¡CÁLLATE!- terminó aullando ella, girando la cabeza de un lado a otro, negando todo lo que había oído.
Como si alguien fuera a confirmarle la mentira de esas palabras.
Cerró los ojos, sintiendo cómo las lágrimas se formaban en sus ojos...mas pronto se sorprendió de que no había nada en ellos queriendo caer. Los abrió, y destapó sus oídos.
-¿Voz?
Nada. La nada absoluta.
Y ella sola. Sola.
Buscó con la mirada en la insondable oscuridad algún sitio de donde emanara de nuevo esa luz mortecina de un rato antes (de ella, claramente, no volvía a salir), o el espejo.
Pero mientras se giraba, sintió que una mano la tomaba de la barbilla y fue capaz de ver, con espanto, que la voz y ese rostro burlón estaban a un palmo de su nariz.
-Entiende... estás muerta... porque no sientes ni sentirás nada jamás...jamás...
La voz terminó en risitas burlonas, mientras ella no podía gritar su horror.
Era su cara.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Interesante cuento, me atrapó hasta el final y me hizo estremecerme ... Piwi le estas haciendo competencia a Stephen King ^^

Pilar dijo...

CHAN! eso es mucho decir... pero gracias por el comment!
>.<

antonella.gf dijo...

yo veo influencias de E.Allan Poe
=P
pero está bueno n_n

nosé si has leído a lovecraft..